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domingo, 1 de abril de 2012

El perfume de las flores






Tiene su origen en ciertas esencias especiales que las plantas producen.
Las esencias, o aceites esenciales, son elaboradas por células  que se agrupan para formar glándulas que  secretan las esencias al exterior, aunque a veces la secreción se almacena en células internas de los tejidos del mismo vegetal.

Químicamente los aceites esenciales varían mucho en las distintas especies vegetales; de ahí la gran diversidad de perfumes florales. Las esencias son compuestos pertenecientes a la serie que los químicos llaman alifática, que en griego significa: “de los ungüentos”, o aromática.







Los usos principales de estos aceites son: primero,
facilitarnos las agradables esencias de todos conocidas;
segundo, alejar a los insectos cuando se obstinan en atacarnos,
y, tercero, destruir ciertas clases de microorganismos.




Gràcias a estas esencias podemos disfrutar de colonias y perfumes para el hombre y la mujer.

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